La gente de Curaçao tiene un gran equilibrio entre trabajo y vida privada.
Es la mezcla perfecta de vida en la ciudad y en la isla, con la justa dosis de tiempo de negocios y ocio. El hecho de ser un centro turístico lo hace atractivo para los empresarios, ya que los establecimientos de Curaçao pueden llegar fácilmente a un mercado mundial.